Fui a El Prat para estar un rato con Mariano, Òscar y Pepe. Todo bien. Puesta al día de las últimas victorias vitales, radiofónicas y poéticas. Lo celebramos todo. Hablamos de animales y de infancia. Eso nunca se olvida, dice Òscar, cuando les cuento una anécdota en el campo con mi tío y una piara de cerdos. La vida rural en los ojos de un niño. Ahora me doy cuenta lo importante que ha sido para mi tener un pueblo donde ir los veranos. Eso te hace menos de un sitio y más de la vida. Tenemos una cita conjunta pendiente en mayo para recitar y jugar a la poesía. Esperemos que salga adelante y podamos hacerlo. Leer junto a ellos me ilusiona. El habla, qué importante! para lo breve, lo humilde, lo místico o lo grave .
4 comentarios:
la meto aquí aunque pudiera haberlo hecho en cualquiera de tus entradas. que vine a decir que me gusta pasear por tu blog, que reconozco sus calles y su corral de mundo, y, claro, siempre me llevo un huevo caliente.
a tu salud, abuelito ventu.
òscar.
claro que sí, coge los huevos que quieras, ordéñame las cabras, sírvete tú mismo...
pasa que en vuestro campo siempre hay coles...
pepe
y Esther Coleros....jejeje
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