miércoles, 3 de marzo de 2010

Fe.






De la fe lo que menos me interesa es Dios. Me interesa más el descanso del turista, el refugio que ofrece la iglesia al que camina desengañado, el que sabe admirar el arte por el arte, despojándolo de su significado. /Un hombre que muere en una cruz tiene una belleza extraña./ Me gustaría saber cómo ha llegado ese otro hombre hasta aquí, por qué viste así, por qué esa mujer rodea la Almudena de rodillas, deteniendose frente a ciertas imágenes a rezar, por qué esas imágenes, por qué esa complicidad en concreto. /Centrifugar la fe y separar sus elementos, ponerlos sobre la mesa y volverlos a mezclar./ Algo parecido es la religión. Quien esté libre de pecado borre su primer verso.

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