viernes, 15 de febrero de 2008

Escenas para un adiós #1

POLAROID: Esta es una de las vistas más recurridas de Granada. La Alhambra desde el mirador de San Nicolás, barrio del Albayzín. Me impresionó este lugar cuando vine ejerciendo de turista por primera vez hace ya unos cuantos años. Y me sigue impresionando en la actualidad, cuando hace casi tres que vivo aquí. Es el espacio adecuado para no hacer nada, para dejarse atrapar por el sol del mediodía, para detenerse ante la nieve que cubre la sierra presidida por el Veleta, o para, como el caso de hoy, subir buscando el momento justo del atardecer, los cinco minutos al día donde granada se cubre de una luz violácea. Hoy no he llegado en el momento adecuado. Seguiré buscándote, tiempo detenido.

REFLEXIÓN EN VOZ ALTA: Con el cambio de año noto que de veras ahora sí ha empezado la cuenta atrás. Barcelona espera sin reproches el retorno del hijo pródigo. O quizás no, quizás no espere. Puede que haya ciudades que no sepan esperar. Hace unos días que vengo escribiendo sobre el concepto de Adiós. Despedirse es casi una ciencia. Una de la primeras conclusiones a las que he llegado es que despedirse es empezar un inicio por un final. Curiosa paradoja. Me encantan las paradojas.

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