miércoles, 24 de diciembre de 2008

llamadas navideñas


El cariño es poderoso. Suena el teléfono. ¿sabes quién soy?, al otro lado. Claro! Había reconocido la voz en un segundo, quizás porque llevaba días pensando en llamarle. Feliz Navidad! me dice, y viniendo de un musulmán es toda una muestra de cariño y generosidad. No pude llamarte en la Fiesta del Cordero, le digo, estuve enfermo. Le pregunto por su presente que siempre mira al futuro, los dieciocho. Hago un PGS de electricidad. ¿dos años, no? Sí, pero estoy contento. Y luego Elena me cuenta que ha venido un chico nuevo con el que se irá a vivir y yo cuelgo el teléfono agradecido y feliz, sabiendo que es más fácil iniciar un nuevo presente con alguien que no hacerlo solo.

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