martes, 2 de junio de 2009
Antesala del final.
Si hasta Clinton se dio cuenta de que los atardeceres granadinos son mágicos, ¿Cómo no iba a darme cuenta yo, que soy también muy tonto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario