domingo, 7 de marzo de 2010

4 horas en El Prado (cinco]






Carlos IV tiene asombroso parecido con Enrique San Francisco, el actor, y Carlos III no debió atreverse a pedirle a Rafael Mengs que disimulara el tamaño de su apéndice nasal. Paso de puntillas por estos cuadros.

¿Cuántos alumbramientos presenciaría el bueno de Murillo antes de pintar La Adoración de los pastores? Deduzco que no demasiados y fundamento mi conclusión en el enorme tamaño de la criatura… Mi hermano me diría que soy un frívolo al hacer este tipo de bromas. Él se pone muy trascendental ante el arte y la historia. Yo siempre hago bromas idiotas. Maneras de ser…

“San Jorge”. “La Adoración de los reyes magos”. Rubens me gusta también. Le dedico tiempo. Las retinas empiezan a aflojar sin embargo. David vence a Goliat en Caravaggio.

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