miércoles, 19 de noviembre de 2008

Maneras de acabar el día...

He ido a la biblioteca. Eso de poder acceder gratuitamente a la cultura me pone. Buscaba cuentos para ponerle por las noches a las peques. No hay mucha variedad: o son cuentos clásicos o para niños tontos. Se me está ocurriendo proponer a las amistades poéticas que me escriban un cuento y lo graben, con sus diferentes acentos, para ponérselos a mis niñas y cerrar el día con una sensación agradable. El otro día les tocaba la guitarra y ellas tenían que decirme qué habían imaginado escuchando las diferentes melodías. Fue divertido. La música tiene un poder evocador poderoso. Ya saben, amigos y amigas poetas y no poetas, si se me animan a escribir un cuento o un poema para niños, y lo graban, y me lo envían por correo electrónico, podemos hacer algo hermoso....
ah. también he sacado un libro de esos de las cien mejores poesías. Según el antólogo son las imprescindibles para conocer la poesía catalana desde Verdaguer a M. Mercè Marçal. Por lo pronto he leído uno de Miquel Martí i Pol que dice algo así como (traduzco a vuela pluma): Así se expresa el tiempo / sin ninguna ley de impiedad/ y es bueno saberlo y decirlo / para intentar vivir con los sentidos / y los sentimientos en perpetua vigilia/ mirar la vida cara a cara / es un recomendable y prudente ejercicio de humildad / una activa y discreta conspiración que nos acerca a aquel núcleo tan olvidado de nosotros mismos / en el que a veces es duro descubrirse.
Es curioso, el otro día escribí algo parecido...

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