Ver la luz...(metáfora que deslumbra)

A. tiene cinco años. Llora. Mucho. Ante cualquier cosa. A veces es dolor, otras un recurso eficiente para salirse con la suya. Es curioso la cara que ponen los niños pequeños cuando les hablas y lo que les dices es algo que viene de lo nuevo. Me pregunto qué entiende y qué no cuando hablamos del llanto. No pretendo que me entienda siempre. Me gusta dejarle interrogantes en la habitación. En mi habitación también hay un llanto metafórico. El lunes le dije a Eli que ya estaba bien de llorar Granada. Que hay que buscar nuevas luces. Nos pusimos de acuerdo. Creo que he pasado la etapa el duelo. Ahora acomodo el recuerdo en terrenos más fértiles, donde les pueda sacar más provecho. Y es que mi surdade, como me escribió Carmen, era sublime. Tu búsqueda de presente será todavía mejor, me dijo también. Qué buena la amistad cuando se tiene.