lunes, 20 de abril de 2009

Juan.


22.20 h. Salgo de trabajar. Tengo llamadas perdidas de Juan. Juan es carpintero y uruguayo, por ese orden. nos conocimos cuando venía de voluntario los sábados a arreglar cosas en el centro donde trabajaba antes. Hago una excepción en mi odio a hablar por teléfono en sitios públicos (estoy en el autobús camino de casa) y le llamo. Me llamaba para comentarme uno de los poemas de Alas de Insecto. Me lo lee por teléfono. Comenta la nota a pie de página, mi interpretación de lo que el niño en el poema/cuento dice/escribe/inventa. Pone nombres propios a los niños de los poemas. Acierta casi todos. Me deja sorprendido. A él, el final del poema le recuerda al final de "La Historia Interminable". Yo no tengo presente en la memoria la escena a la que se refiere. Pormeto verla. Le advierto que a veces uno se equivoca en las interpretaciones, que no pretendía tener razón al dejar por escrito algunas de mis deducciones. Me parece asombroso que me llamara para eso, sólo para éso, y a la vez para algo tan importante!. Qué gran tipo. bromea por dentro. Es serio casi siempre, pero con repuntes de hilaridad. Hablamos de los niños, de las niñas... Mi autobús busca su destino. Qué cosa sencilla y rica ha sucedido hoy.

1 comentario:

Jorge B. dijo...

pronto le daré el informe de "alas de insecto"
se sorprendería señor. Si es que está hecho un artistazo