sábado, 6 de marzo de 2010

4 horas en El Prado [tres]











Y si la modelo Aline Wasson fue musa de Madrazo, la misma reina Isabel II no se queda atrás. Camilio Torreggiani se propone sorprender a la reina con la realización de una escultura donde presenta a Isabel II tapándose el rostro con un velo. Sorprende la belleza de esta escultura.

Reconozco esa calle. A pesar de la diferencia evidente que establece el paso del tiempo y la modernidad. Antonio Muñoz Degauin pinta la Cuesta del Chapiz, al final del Paseo de los Tristes, y me traslado a escasos metros donde residimos durante tres años. Qué simpática Amalia de Llano y Dotres, Condesa de Vilches. MAdrazo sabe retratar la simpatía a la perfección. Qué ganas de hablar con ella, de preguntarle si es cómoda la vida de una condesa. SI bien Madrazo sabe retratar la simpatía no pudo hacer nada para disimular la incipiente calvicie de su buen amigo el escritor Ventura de la Vega. Junto a mi tocayo, la también escritora romántica Carolina Coronado. Poco se habla en los libros de texto de esta buena mujer.

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