Crónica de la presentación de LTRK en El Prat de Llobregat.

Inyecciones de moral, dijo Mariano en su correo, cuando le informaba sobre posibilidades futuras fotográficas en El Prat. Éso es. Necesitaba energía positiva de esa índole pero que viniera de la poesía, con la que ando algo distanciado últimamente Otra de esas inyecciones, como la que generosamente me entregaron los amigos de Sopa de Poetes ayer, indolora, sutilmente practicada. Lo de Sopa de Poetes lo pongo por si alguien lee esto y no sabe quiénes son. Obviamente, cuando estamos juntos son Òscar, Mariano y Pepe, son Encarna, Faby, Miguel, Stella, Xavi y otros tantos.

Por la mañana estuvimos en El Prat Ràdio haciendo una breve charla sobre la presentación del libro. Después un café rápido en el antiguo casino de El Prat - lugar al que pienso volver a hacer fotos. Conserva el aire antiguo de los bares de antaño. Gran sitio.Volví a Barcelona a comer y cuando me dí cuenta estaba de nuevo en el tren repasando mentalmente qué podía decir del libro en la presentación. Todo lo dejo para el final. Hay un bloqueo extraño a la hora de prepararme las lecturas o presentaciones. No sé qué decir de lo que escribo. En la presentación de Granada tomé algunas notas (que no utilicé), esta vez apunté en mi cuaderno algunas líneas a modo de esquema pero el resto lo dejé pensando que con los soperos todo es más fácil y pretender controlarlo era innecesario. La previa en "La Tertulia" (Bar con conexiones personales granadinas) relajó el ambiente. Òscar me propuso una estrategia comercial para vender los libros que, debo reconocer, me suscitaba ciertos reparos, pero que obviamente tuvo sus frutos, porque, no lo olvidemos, Òscar es profesional en esto de la publicidad, y claro se vendieron 20 libros + 1 que dejamos en la Biblioteca Antonio Martín de regalo y agradecimiento. A mi 20 libros en un mismo acto me parecen una burrada y le estoy muy agradecido. Me quito el sombrero. Voy a contarlo, porque no sólo es una estrategia comercial, sino que era parte de la presentación:

Òscar Solsona se dirigió de entrada al público preguntando quién se había bañado alguna vez en un río. Sólo 2 personas entre los presentes dijeron que no. Propuso una lectura al unísono del primer poema, empezando cada uno, cada una desde el verso o palabra que quisiera. De repente todos leíamos bajo una confusión maravillosa de sonidos (celébre "picadillo" sopero). Eso es un río, decía ôscar. Ahora ya estamos dentro del río y podemos seguir con la presentación. Cada asistente tenía un libro en la mano para seguir la presentación, para tocar, oler, ver las ilustraciones de Stella, para leer los poemas. El libro como objeto. El objeto como deseo. Libremente, al finalizar el acto, cada asistente compraría o volvería a dejar el libro sobre la silla sin compromiso. Era una propuesta arriesgada, en mi opinión, porque no estaba en mi voluntad presionar a nadie, pero nadie fue presionado , la gente lo entendió. Cierto es que la estrategia acertada porque la gente durante la presentación disfrutó ya del libro y al finalizar muchos se animaron a comprarlo. En definitiva, éxito rotundo del Sr. Solsona. Gracias.

Pep Maiques me presentó con un escrito muy emocionante para mí. En cuanto me lo mande lo cuelgo por aquí, me hace ilusión. Pepe es una persona entrañable como pocas. Recuerdo que Susana, después de la lectura con los poeta de la Onion, me lo dijo también. Lo es, es entrañable.Y además tiene "enjundia", palabra que le encanta.  Mariano Martínez presentó a Stella a través de dos escritos: uno de Iván Carabaño y otro de Anay Sala. Amigos comunes ambos con muchas cosas compartidas. Mariano es generoso y modesto. Le agradezco mucho su dedicación al acto, su promoción, la elaboración de´la publicidad, organización del acto etc...  Mil gracias.

Después ya entramos en la parte que a Stella y a mí nos cuesta más: hablar de nosotros. Lo hicimos como pudimos. Explicamos nuestra manera de abordar la creación ( suena pedante) y leímos parte de los correos que cruzamos mientras construíamos el libro. Estuvo bien éso.

Òscar, maestro de ceremonias, propuso leer el primer poema en varias capas: Stella, en un picadillo de lso soperos y en mi voz, para contrastar cómo el poema tiene múltiples lecturas y caudales. Como un río.

Abrió el turno de preguntas y la charla continuó. Cada vez más relajados y en un ambiente muy distendido y divertido. Xavi explicó cómo había presenciado el proceso creativo de Stella, sus problemas al afrontar una técnica muy diferente a la habitual y cómo el éxito no estuvo en el resultado sino en el crecimiento personal como artista. Una gran conclusión.

Más preguntas, respuestas poco reflexionadas por mi parte y un sonido de gallina invita a callarse.

Vendemos y firmamos libros. Me sigue dando mucho vértigo cuando la gente se acerca a que le firmes el libro y te comenta que le gustan mucho los poemas.

 Nos vamos a tapear todos juntos y todo sigue igual. Yo me vuelvo en tren a Barcelona agradecido como de costumbre y con mucha energía positiva en las entretelas. Gracias soperos.