Subir escaleras

Estudié en esta facultad durante muchos años. Quizás debiera decir que estuve matriculado durante muchos años (Vida universitaria la justa).  recuerdo el día que al ir a la biblioteca comprobé, con rubor, que habían cambiado la puerta de entrada... Pensé que quizás hacía demasiado tiempo que no pasaba por la facultad. Se me ocurrió volver el viernes por la tarde a recordar viejos tiempos y a fotografiar rincones que transitaba en años de "soledad concurrida". Siempre me cautivaron las escaleras de la facultad, los claustros, y sobre todo el suelo de damero. Sigo practicando con la cámara sin tener todavía resultados satisfactorios. Cuelgo por aquí fotos de no muy buena calidad...pero me da igual. A veces no consigo plasmar fotográficamente lo que quiero pero el momento, la mirada, sí está en la foto y eso me vale por ahora (el consuelo del perdedor). Fotografiar es aprender a mirar. También hay que ejercitar la vista, la que viene por defecto está poco estimulada. La mujer de la limpieza se detiene junto a mi, me mira, observa como espero a que alguien aparezca escaleras arriba. "Acaba, acaba", me dice, "Espero a que pase alguien, no tengo prisa", le contesto. "Pues has escogido mal día", me dice, y me despido diciéndole que volveré más tarde. Y lo hice, volví. La escalera tenía tramos sin secar todavía y el olor aséptico que deja la lejía. Tenía razón, los viernes por la tarde hay poca actividad en la facultad, lo recordaba así, y precisamente por éso vine. Hay la gente suficiente para caatar alguna instantánea y hacerlo con discreción y timidez.