martes, 21 de junio de 2011

# 4 José Bello, Lorca y La Argentinita

Cuando habla de Lorca, se le pone en la voz un tono de admiración. Ya lo decía Jorge Guillén: "Cuando está Federico no hace ni frío ni calor, hace Federico". "Era un ser especial, de una gracia inigualable. Su muerte fue algo inesperado. A algunos nos costó creer lo que pasó. Los diarios de Madrid dieron la noticia, pero como mentían tanto… A mí me lo confirmó La argentinita (bailarina que fundó con Lorca el ballet de Madrid) desde París. Para evitar problemas decidimos utilizar una consigna. Si era cierta la noticia debía escribir: `Se han vendido todos los solares'. A los 20 días de que marchara a París me llegó una carta suya. En ella decía: `Efectivamente, se han vendido todos los solares'. No había duda de que lo habían matado". Esto marcó el punto de inflexión entre la felicidad de la juventud y el desastre de una existencia cercenada por la guerra. Antes, José Bello ya se había significado como un irracional, como el verdadero incitador del surrealismo, que sedujo a Buñuel y a Dalí. Bergamín le había denominado "padre extraliterario". Pero nada de eso le importa. Pertenece a la vieja escuela, a esos hombres que llevan un exquisito escepticismo como segunda piel, y tienen un equilibro de palabras que impide cualquier indicio de afección. 

Fuente: http://www.elmundo.es/magazine/m84/textos/bello1.html

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