Me gusta mucho ser un poco ignorante. Un ingenuo radical.. Porque puestos a no saber prefiero no saber las cosas malas, que perderme algo bueno. Bueno/malo como polaridades básicas de la moral Hasta aquí estaríamos de acuerdo algunos. Prueba de mi desconexión poética - en fase de mejora - de estos últimos años, es que no conocía el término "poesía de la conciencia", enfrentada - como no podía ser de otra manera en esta sociedad del conmigoosinmí- a la vapuleada "poesía de la experiencia", al capitalismo, etc.
Como siempre, hay cierto tufo en la organización de eventos culturales por parte del grandísimo Ayuntamiento de Barcelona. Algunas voces se quejan del enfoque, de la presencia descarada de una mayoría de autores en catalán y un discurso orientado a "fer pais" y no " a fer poesia".
Estaríamos de acuerdo en eso.
Sin embargo, Ida Vitale y Enrique Fierro leerán.
Y como si de unos futbolistas se tratara, hablarán en el campo.
viernes, 9 de mayo de 2014
jueves, 8 de mayo de 2014
Carta 03. “Km 2”: “ Más importante que la meta es el camino”.
Querida!
De nuevo acudiendo a esta cita semanal con ilusión. El vértigo del pasado. El equilibrio entre lo que fuimos, somos, estamos queriendo ser y lo que seremos. El cambio constante. Tienes razón: es personal, protagonizado sólo por nosotros, y acompañados por circunstancias, personas y sucesos que te ayudan al cambio.
Ciertamente estas cartas desatan los recuerdos. Añoro aquellos tiempos de descubrimiento personal y social, de falta de responsabilidades adultas – ahora me sobran todas, o casi todas. Viviría en un camino constante hacia la infancia, pasando de nuevo por la adolescencia, haciendo noche. Y cuando me pongo así de nostálgico consulto una cita de Lewis Carroll donde dice: “¡Qué pobre memoria es aquélla que sólo funciona hacia atrás!” Y entonces aprieto inconscientemente el paso y sigo corriendo.
No sé si te dije que estoy saliendo a correr por el exterior del Circuito de Can Dragó. Al haber un itinerario marcado puedo calcular fácilmente el recorrido a golpe de ejercicio básico matemático, accesible incluso a mi corta capacidad para la materia. Mentalmente la distancia tiene un poder importante en todo. No sólo por su objetividad física. Todo recorrido la tiene. Da igual hacia dónde. Cualquier desplazamiento nos hace atravesar una distancia mental. No es lo mismo parar después de una vuelta entera al circuito (mil ochocientos metros) que seguir hasta la fuente que, según mis cálculos, está tres cientos metros más allá. Esos tres cientos metros de nada, cuando se empieza, es una de las primeras victorias de las que te hablaba en la anterior carta. Llegar hasta el punto acordado con tu resistencia para beber, recuperar la respiración y seguir lo antes posible. Distancia y mente. Pero para esa distancia más importante que la meta es el camino (me viene a la cabeza un libro que me regalara nuestro amigo común Joan Brulles).
De esta Marathon epistolar estamos todavía en el kilómetro 2. Apenas hemos iniciado este trayecto emocional que nos hemos marcado y yo pienso, en mis descansos de apenas dos kilómetros, cómo se llega a esa zancada constante sobre una distancia de 42.195 km, y empiezo a imaginar cuál es la verdadera lucha de un corredor. Recuerdo algunos pasajes del libro de Murakami “De qué hablo cuando hablo de correr”. Me sorprendió leer que el entrenamiento era piramidal, es decir, el entrenamiento se basaba en un esfuerzo progresivo hasta alcanzar un límite desde donde ir aflojando el mes previo a la Marathon. Algo así. Es decir, que el cuerpo está sobradamente preparado antes de la cita pero es la mente la que hay que gobernar con precisión para llegar al final llegado el momento. No es que yo pretenda hacer una Marathon -mi motivación para correr pasa principalmente por la salud, ya sabes- , simplemente que cuando empecé a correr después de la segunda vuelta al circuito para completar una tercera y notaba que mis piernas dudaban si seguir o no, si era buena idea forzar y hacer una tercera vuelta – hubo unos primeros pasos tambaleantes- me preguntaba cómo se sentiría mi cuerpo si recorriera una distancia tan larga. Pensaba en tus sensaciones. Recordaba fragmentos de tu libro. Me notaba horas después cansado y mentalmente me repetía bromeando “hoy has corrido por encima de tus posibilidades” para concluir que me gusta mucho esto de ir aumentando el esfuerzo poco a poco y probando la resistencia del cuerpo. Te mantiene mentalmente muy conectado con el cuerpo.
Me acuerdo ahora del libro de Keleman: “anatomía emocional” (te contaré el porqué de estas lecturas importantes para un proyecto sobre cuerpo y emoción en el que ando con mi amiga Susana). Leí lo siguiente:
“Cuando los músculos y su función de bombeo se encuentran rígidos por el miedo o densos por el desafío, hinchados en el falso orgullo o colapsados por falta de apoyo, nuestro autodominio se debilita, nuestra autoestima disminuye y nuestro conocimiento del mundo se ve afectado”
Me pareció fascinante.
Otro recuerdo literario. Otra vez Murakami. Tiene que ver con lo que he podido vivir al correr en un circuito es el contacto con otros corredores – Murakami hablaba de los parques en los que corría cuando viajaba y en la gente con la que coincidía. Cuenta anécdotas sobre los que adelanta o le adelanta en función de su rendimiento ese día. Varios son los que me han ofrecido la posibilidad de salir a correr con ellos y mire usted qué cosas que a mi me da vergüenza. Imagino que lo veo como una parte muy íntima la de correr, un diálogo con el cuerpo tan íntimo que no admite testigos. De nuevo el running nos sirve otra metáfora en bandeja. En este proceso vital, en esta lucha mental, en este recorrido, este objetivo anhelado la lucha es nuestra, es decir, lleva nuestro ritmo, personal e intransferible. Algunos corredores te pasan a velocidades insultantes, sientes cómo te rebasan, levantas la vista de tu cansancio y los ves alejarse con envidia sana, más adelante, siempre vigilante de llevar un ritmo constante, llegas a la altura de otra persona que te sirve de referencia por un tiempo, y te sirven de espejo para valorar tu ritmo, si se ha acomodado al suyo, o bien puede seguir avanzando (y sobrepasando) al otro para respetar tu propio proceso. Que te adelanten y no querer seguir ese ritmo que te asfixiaría cien metros más adelante, ser consciente de tus limitaciones y tus capacidades, estar atento, escucharse, afinar de oído.
De nuevo acudiendo a esta cita semanal con ilusión. El vértigo del pasado. El equilibrio entre lo que fuimos, somos, estamos queriendo ser y lo que seremos. El cambio constante. Tienes razón: es personal, protagonizado sólo por nosotros, y acompañados por circunstancias, personas y sucesos que te ayudan al cambio.
Ciertamente estas cartas desatan los recuerdos. Añoro aquellos tiempos de descubrimiento personal y social, de falta de responsabilidades adultas – ahora me sobran todas, o casi todas. Viviría en un camino constante hacia la infancia, pasando de nuevo por la adolescencia, haciendo noche. Y cuando me pongo así de nostálgico consulto una cita de Lewis Carroll donde dice: “¡Qué pobre memoria es aquélla que sólo funciona hacia atrás!” Y entonces aprieto inconscientemente el paso y sigo corriendo.
No sé si te dije que estoy saliendo a correr por el exterior del Circuito de Can Dragó. Al haber un itinerario marcado puedo calcular fácilmente el recorrido a golpe de ejercicio básico matemático, accesible incluso a mi corta capacidad para la materia. Mentalmente la distancia tiene un poder importante en todo. No sólo por su objetividad física. Todo recorrido la tiene. Da igual hacia dónde. Cualquier desplazamiento nos hace atravesar una distancia mental. No es lo mismo parar después de una vuelta entera al circuito (mil ochocientos metros) que seguir hasta la fuente que, según mis cálculos, está tres cientos metros más allá. Esos tres cientos metros de nada, cuando se empieza, es una de las primeras victorias de las que te hablaba en la anterior carta. Llegar hasta el punto acordado con tu resistencia para beber, recuperar la respiración y seguir lo antes posible. Distancia y mente. Pero para esa distancia más importante que la meta es el camino (me viene a la cabeza un libro que me regalara nuestro amigo común Joan Brulles).
De esta Marathon epistolar estamos todavía en el kilómetro 2. Apenas hemos iniciado este trayecto emocional que nos hemos marcado y yo pienso, en mis descansos de apenas dos kilómetros, cómo se llega a esa zancada constante sobre una distancia de 42.195 km, y empiezo a imaginar cuál es la verdadera lucha de un corredor. Recuerdo algunos pasajes del libro de Murakami “De qué hablo cuando hablo de correr”. Me sorprendió leer que el entrenamiento era piramidal, es decir, el entrenamiento se basaba en un esfuerzo progresivo hasta alcanzar un límite desde donde ir aflojando el mes previo a la Marathon. Algo así. Es decir, que el cuerpo está sobradamente preparado antes de la cita pero es la mente la que hay que gobernar con precisión para llegar al final llegado el momento. No es que yo pretenda hacer una Marathon -mi motivación para correr pasa principalmente por la salud, ya sabes- , simplemente que cuando empecé a correr después de la segunda vuelta al circuito para completar una tercera y notaba que mis piernas dudaban si seguir o no, si era buena idea forzar y hacer una tercera vuelta – hubo unos primeros pasos tambaleantes- me preguntaba cómo se sentiría mi cuerpo si recorriera una distancia tan larga. Pensaba en tus sensaciones. Recordaba fragmentos de tu libro. Me notaba horas después cansado y mentalmente me repetía bromeando “hoy has corrido por encima de tus posibilidades” para concluir que me gusta mucho esto de ir aumentando el esfuerzo poco a poco y probando la resistencia del cuerpo. Te mantiene mentalmente muy conectado con el cuerpo.
Me acuerdo ahora del libro de Keleman: “anatomía emocional” (te contaré el porqué de estas lecturas importantes para un proyecto sobre cuerpo y emoción en el que ando con mi amiga Susana). Leí lo siguiente:
“Cuando los músculos y su función de bombeo se encuentran rígidos por el miedo o densos por el desafío, hinchados en el falso orgullo o colapsados por falta de apoyo, nuestro autodominio se debilita, nuestra autoestima disminuye y nuestro conocimiento del mundo se ve afectado”
Me pareció fascinante.
Otro recuerdo literario. Otra vez Murakami. Tiene que ver con lo que he podido vivir al correr en un circuito es el contacto con otros corredores – Murakami hablaba de los parques en los que corría cuando viajaba y en la gente con la que coincidía. Cuenta anécdotas sobre los que adelanta o le adelanta en función de su rendimiento ese día. Varios son los que me han ofrecido la posibilidad de salir a correr con ellos y mire usted qué cosas que a mi me da vergüenza. Imagino que lo veo como una parte muy íntima la de correr, un diálogo con el cuerpo tan íntimo que no admite testigos. De nuevo el running nos sirve otra metáfora en bandeja. En este proceso vital, en esta lucha mental, en este recorrido, este objetivo anhelado la lucha es nuestra, es decir, lleva nuestro ritmo, personal e intransferible. Algunos corredores te pasan a velocidades insultantes, sientes cómo te rebasan, levantas la vista de tu cansancio y los ves alejarse con envidia sana, más adelante, siempre vigilante de llevar un ritmo constante, llegas a la altura de otra persona que te sirve de referencia por un tiempo, y te sirven de espejo para valorar tu ritmo, si se ha acomodado al suyo, o bien puede seguir avanzando (y sobrepasando) al otro para respetar tu propio proceso. Que te adelanten y no querer seguir ese ritmo que te asfixiaría cien metros más adelante, ser consciente de tus limitaciones y tus capacidades, estar atento, escucharse, afinar de oído.
Y yo que hago siempre –
por el momento – el mismo recorrido envidio lo que me cuentas de
las ciudades y lugares donde has corrido. Qué maravilla!! Sabes que
hice caso de tu recomendación de llevarme las zapatillas a mis
vacaciones. Tuve la oportunidad de correr por una Córdoba hermosa y
llana, resonando su empedrado, y salir por una de las puertas de la
muralla, atravesando el jardín de Los Poetas. Y días después
correr junto a los dos ríos de Granada: el Dauro y el Genil. Sentir
el Genil bramando a mi derecha y no poder más que parar a meditar un
rato junto a su fuerza anocheciente. Y el Dauro a tramos
escondido frente a la colina del Sacromonte, por un camino también
llamado de Los Poetas, a escasos metros de lo que fuera mi casa
durante algunos años.
Correr la distancia y la memoria a la vez. Eso no tiene precio.
Creo que hoy lo voy a dejar aquí. Me gustaría hablarte otro día de mi propia experiencia con el cáncer. Algo sabes ya. Pienso a menudo en tu libro cuando corro y sé desde dónde está escrito. Te hablaré del vínculo emocional con Afanoc y con sus trabajadores, gente admirable en lo profesional y en lo personal. Te felicito por ayudara a esta asociación con los beneficios de tu libro.
Seguimos. Tenemos una meta y tenemos un camino.
Que tengas una buena semana!!!
Correr la distancia y la memoria a la vez. Eso no tiene precio.
Creo que hoy lo voy a dejar aquí. Me gustaría hablarte otro día de mi propia experiencia con el cáncer. Algo sabes ya. Pienso a menudo en tu libro cuando corro y sé desde dónde está escrito. Te hablaré del vínculo emocional con Afanoc y con sus trabajadores, gente admirable en lo profesional y en lo personal. Te felicito por ayudara a esta asociación con los beneficios de tu libro.
Seguimos. Tenemos una meta y tenemos un camino.
Que tengas una buena semana!!!
Besos
Ventu
Nota: La foto que te mando hoy es una captura de una película “Encuentro con hombres notables” basada en la vida de Gurdjieff en la que pensaba ayer mientras corría. Recordaba la frase basada en el inicio de la película donde se ve cómo los habitantes de una tribu se reúnen una vez al año en mitad de las montañas para ver quién de ellos es capaz de hacer vibrar las piedras con su música. Pensaba, mientras giraba la curva y entraba en lo que sería mi recta final, si esas piedras, si esas montañas de roca, no éramos nosotros, y si esa música única, inimitable, no somos nosotros también en búsqueda de la armonía. Qué cosas se piensan mientras se corre.
Nota: La foto que te mando hoy es una captura de una película “Encuentro con hombres notables” basada en la vida de Gurdjieff en la que pensaba ayer mientras corría. Recordaba la frase basada en el inicio de la película donde se ve cómo los habitantes de una tribu se reúnen una vez al año en mitad de las montañas para ver quién de ellos es capaz de hacer vibrar las piedras con su música. Pensaba, mientras giraba la curva y entraba en lo que sería mi recta final, si esas piedras, si esas montañas de roca, no éramos nosotros, y si esa música única, inimitable, no somos nosotros también en búsqueda de la armonía. Qué cosas se piensan mientras se corre.
viernes, 2 de mayo de 2014
Richard Jackson dice cosas así
Cita recogida de mis recuerdos (interpretados e imprecisos) del otro día: "Veo el poema como un río, con diferentes corrientes y fuerzas, donde relámpagos, recortes, ideas se juntan y toman sentido global porque todo en el universo, personas, sucesos, lugares, están conectados de una manera u otra"
hay tantas nubes negras dentro de nosotros, ahora la piel
del cielo del hombre se pela. ahora hay una cuerda enroscada
a su imaginación. los hombres intercambian cigarrillos.
un pájaro cualquiera convoca un día cualquiera. hay un perro
que olfatea la sombra desplomada tras el jeep.
...
en ocasiones parece que todas nuestras palabras, incluso las del amor,
estén escritas en otra lengua, y aún así todavía nos llegan,
distantes, llenas de se propio silencio, lo cual puede que sea
lo que nos permite inventarnos otra historia, salvarnos ¿cuál
es la palabra para esa clase de amor que la mujer muestra ahora?
RICHARD JACKSON
RESONANCIA
Kriller 71 Ediciones
jueves, 1 de mayo de 2014
BAJO MIS PIES; CARTA 02: Km1. De Yolanda López a Ventura Camacho
Hola Ventu...confieso la felicidad y el cierto nerviosismo que me provoca el inicio de este proyecto, unir el correr y las palabras, dos de mis grandes pasiones y hacerlo contigo es un gran regalo, de esos regalos que te ofrece la vida sin saber porqué o si realmente te lo mereces. Al recibir tu carta he estado unos minutos inmóbil. He cerrado los ojos y me han venido, con intensidad, recuerdos del pasado vividos juntos, olvidados hasta este momento y recuperados mágicamente...¡cuánto esconde nuestra mente!
Te agradezco tus palabras sobre mi libro Femenino sin Límites...¡Qué feliz saber que llegó a tus manos en un momento tan especial y supongo que nada fácil como son los momentos de búsqueda! Pero no dudes ni un momento que fuiste TÚ el que buscabas con valentía, el que no se conformaba, el que deseaba cambiar...así que toda la transformación es mérito tuyo y sólo tuyo.
Correr: ¡Qué actividad tan maravillosa cuando la descubres! ¡Cuánto me está enseñando! Para mí correr es transitar por la vida con unas bambas en los pies y una pasión que te lleva allí donde quieras. Ahora hace 10 años que empecé a correr casi diariamente y se ha convertido en uno de los mejores momentos del día, un día hablaremos de esto abiertamente. También me ha ayudado a descubrir muchas ciudades del mundo de una forma diferente: recuerdo un ventoso running por el malecón de la Habana antes que el huracán el niño tocase la isla, los runnings a primera hora de la mañana en la isla de Miyayima en Japón con los bambis acompañando mis zancadas mientras salía el sol o los minutos pasados por la Opera House en Sidney o el Monte Urulu en Australia. Hace mucho tiempo que cuando viajo lo primero que meto en la maleta son mis bambas y antes del viaje miro qué hotel está cerca de un parque o de una zona óptima para runnear.
Me encanta saber que empiezas a correr y que disfrutas con ello. Comprovarás que es un deporte donde avanzas rápidamente. Tu cuerpo va acostumbrándose a los impactos, empiezas a conseguir alargar más tu tiempo con menos esfuerzo. Comienzas a sentirte bien , piensas ¡Qué bien, hoy he vuelto a correr! Quiero confesarte y confirmarte y, seguro que ya lo habrás escuchado con anterioridad, que es una actividad totalmente adictiva...pero ¡bendita adicción! Yo no bebo ni fumo, así que ésta me la permito.
Sonrío al leer que has rechazado descargarte alguna aplicación en el móbil que te marque los km, el ritmo cardiaco...¡Yo no lo he hecho nunca! El 90% de veces que salgo a correr lo hago sin reloj que controle mi ritmo. Es verdad que con los años podría saber a qué ritmo corro y cuánta distancia hago sin tener que necesitar de un aparato que me lo confirme. He sido interpelada por esto por mucha gente que me dice que mejoraría mucho más, que sería más "buena", que destrozaría mis marcas...y ¿sabes qué? que todo esto no me interesa. ¿Sabes por qué corro? Porque me gusta correr y punto. Esto no quiere decir que no me esfuerce (entreno cada día a las 5.30h de la mañana, ¿no es ésto esforzarse?). Me pongo el reloj en las competiciones para controlar pulsaciones y ritmos, por seguridad. Pero ya hace un tiempo que decidí dejar de ser una exclava del crono...para pasar a ser una enamorada de las sensaciones. Yo lo entiendo así.
Correr es igual que vivir: no siempre estás igual de motivado para hacerlo. A veces cuesta mucho, da pereza, hace frío, llueve...pero yo no dejo de hacerlo...pienso y me digo: salgo diez minutos y si no puedo o me agobio vuelvo a casa...nunca lo he hecho...Con el tiempo te vas conociendo y te das cuenta que TODO, TODO ...está en la MENTE! Hablaremos mucho de ello...
Te hablaré también de porque hice mi primera maratón y porqué sigo corriéndolas...42km 165m! puff, parece poco pero es todo un viaje. Para mi es mucho más que una distancia, me ha enseñado mucho y me han hecho más persona. Al día de hoy he corrido muchas cursas de 10km y medias maratones pero la distancia reina, la maratón, me tiene totalmente enamorada.
“Si quiere ganar, corra cien metros. Si quiere experimentar la vida, corra maratones”
Empecé a correr para ganar la batalla al cáncer, porque había podido con personas muy cercanas a mi y me había llenado de miedo. Pude con él. Así que siempre estaré agradecida a este deporte...
Hoy no me quiero alargarme más. Te dejo con esta foto ... La hice hace pocos días cuando entrenaba en Fuerteventura. Todo empieza por el principio y llegar al primer km quiere decir que estás en camino, que ya te mueves...¡pues hagámoslo juntos! ¿no?
miércoles, 30 de abril de 2014
martes, 29 de abril de 2014
cosas del querer , La Road Movie andaluza
Ya está aquí el resultado final de las horas de dedicación de Òscar Solsona con lo grabado por Pepe y por mi durante los 10 días de gira andaluza. Siento mucho agradecimiento pro Òscar por su manera de enseñar que hay que saber alegrarse y disfrutar con las alegrías de los demás, vivirlas con intensidad y alimentarse de eso. Agradecido a Pepe Maiques por lo compartido, lo hablado, lo reído, lo aprendido. Agradecido a todos y todas los que aparecéis en el video.A Jorge por el alojamiento y el calor, a Enrique, a Adolfo, a Pablo del Astronauta, a Yaiza, a Mario, a Ange, a Anna, a Marta, a Carmen, a Brígida, José MAnuel, José CArlos, Iñaki, Eugenio, Juan, Trini, Tomás, Andrés, y algunos más que me olvido.
domingo, 27 de abril de 2014
La Road Movie andaluza sigue adelante.
Me entretuve haciendo este trailer con el imovie.
Sopa!
Hoy hace una semana que me propusieron ser un sopero! Nueva etapa ilusionante. Acompañarles en este proceso de aniversario de los 10 años de andadura y aportar lo que tenga a seguir pensando juntos.
jueves, 24 de abril de 2014
BAJOS MIS PIES: Carta 01. Calentamiento (De Ventura Camacho a Yolanda López)
Querida Iolanda!
Hoy empezamos este proyecto sencillo e ilusionante, una deuda con las ganas y la ilusión, contraída desde ya hace unos meses. Finalmente hemos sido capaces de concretarnos en estas cartas que a partir de hoy iremos enviándonos semanalmente para hablar, entre otras cosas, de todo y de nada. Así de complicado y de sencillo. Salir a correr. Tú desde tus retos personales, solidarios, desde tu experiencia y conocimiento, y yo desde mis recién llegadas ganas y mi ilusión por recuperar la unión de cuerpo y mente. Y contarnos lo que vemos, lo que sentimos, lo que pensamos. Esa es la idea en la que hemos acabado y desde donde hoy empezamos esto.
Lo he dicho ya, pero no me importa repetirme. Hay libros, personas, sucesos, que llegan en momentos trascendentales. Es el caso de tu libro “Femenino sin límites”, que leí hace unos meses y que vino a complementar una parte importantísima en mi proceso de búsqueda. Ejerció en mi un poder de empujón, de ánimo, en la necesidad que tenía mi cuerpo y mi mente de sentirse uno de nuevo, de reencontrarse en algún lugar del movimiento. Así fue como, pasadas unas semanas de haber leído tu libro, acabara decidiéndome finalmente a salir a correr.
Y aquí estoy, mirando la sombra de mis hombros en el suelo. Observando la forma a la que se amoldan cuando trato de correr con un ritmo lento pero seguro, con movimientos naturales que conserven la energía y no la malgasten en gesticulaciones innecesarias. Mirar al suelo- me decías. Mirar al suelo mientras se cambia de ciudad, mientras uno cambia en cada lugar nuevo, mientras lo nuevo nos hace viejos y lo viejo nos acompaña en nuestro estreno vital, mirar el suelo mientras uno aprende a respirar de otra manera, a controlar el oxígeno, la fuente de vida.
A mediados de marzo salí por vez primera, como sabes. Es decir, apenas llevo un mes en esto de correr. Es poco, pero ya han pasado muchas cosas. Me recomendaron una aplicación para el móvil. Una estupenda ayuda para planificar mis entrenamientos. La rechacé amablemente. Ahora que empiezo quisiera experimentar mi cuerpo al máximo: correr hasta donde las piernas dicen basta, correr hasta donde la cabeza dice basta, notar como mi musculatura realoja el peso de mi cuerpo en estos movimientos primerizos. Notar las rodillas cargando con el peso, articulando el avance, identificar el movimiento en mi musculatura, qué músculos están funcionando para que todo avance y yo pueda llegar a algún sitio. Conocerme.
Creo, llevo días pensándolo, que
correr tiene mucho que ver con el resto de cosas en la vida. Es una
metáfora perfecta de muchas otras cosas que implican mejora,
esfuerzo y superación. Hablas de eso en tu libro. Correr es
enfrentarse a los problemas, es profundizar en la raíz, en lo
genuino nuestro, en el motor, en lo que activa, lo que reanima, lo
que nos impulsa. Correr es escribir, es la constancia, la voluntad,
la reflexión, la observación. Me gustó estar muy de acuerdo con
Murakami en su libro “De qué hablo cuando hablo de correr”. De esto me gustaría ir hablando contigo, hoy solo me sitúo, como si
me pusiera las zapatillas y me atara los cordones, como si hiciera
los oportunos estiramientos antes de empezar a correr. Esta carta de
hoy es ese calentamiento, la hidratación la alimentación necesaria
para antes de empezar una carrera.
Correr en mi caso tiene que también que ver con la verdad. Me propusiste hacer algo un 2 de enero de este año. Algo que tuviera que ver con la escritura, con mirar el suelo, con las ciudades. Nos emplazamos a darle vueltas y a esperar que surgiera la manera de llevar ese algo a lo concreto. En aquellos días pensé que no podía escribir sobre correr si no lo había experimentado, si no sabía cómo se comporta el cuerpo en esa actividad. Si bien creo en la ficción, hay cosas que necesitan de la verdad para ser contadas. Ese fue otro aliciente más. Ahora corro y con una perspectiva corta, observo cambios. Al inicio, alternaba carreras cortas con paseos a paso ligero. Poco a poco iba preparando el camino. A parte de ser lo recomendado, tiene que ver mucho conmigo, con mi manera de encarar los obstáculos. Ahí, en las primeras y breves carreras, empecé a notar mi cuerpo. El mismo cuerpo, un cuerpo nuevo. Te iré hablando de eso, de lo que ya apuntaba anteriormente. En este breve tiempo ya he hecho mis avances. Dejé atrás el alternar el correr con el andar. Las distancias cada vez son mayores, cada vez aguanto más tiempo de carrera continua y sobre todo, he sabido ver que en lo poco que invertía inicialmente porque no daba más de mi, estaba lo que todavía no había llegado.
Como te decía, no corro con ninguna aplicación ni con el móvil – sí con música (de eso ya te hablaré) , pero el otro día llevé el móvil por no tener batería el mp3 que uso, y caí en la tentación de cronometrar mi primera marca. La apunté, como quien recuerda con una sonrisa una memoria feliz. A veces me veo desde fuera y me hago gracia. He tenido que acostumbrarme a verme en este contexto.
Ahora, que empiezo a estar habituado al movimiento, y que por tanto, la musculatura empieza a rendir mejor, una vez controlada la respiración, el alimento en forma de oxígeno, aparece la mente, la fuerza mental, como componente imprescindible en el esfuerzo. He comprobado que es casi tan importante el dominio de tu condición mental, como el control de tu condición física a la hora de recorrer una distancia prevista. Volvemos a lo mismo: lo uno va con lo otro. Me vi corriendo y queriendo parar, mi mente observando mis piernas y comprobando que no había motivo para parar todavía, que ellas podían ir más allá si la mente enviaba la orden de seguir al cuerpo, y si éste, se reagrupaba, se concentraba, optimizaba sus defensas, y contraatacaba. Así logré mis primeras recientes victorias. Mis diminutas y modestas victorias. Los pasos de gigante.
Por último te agradezco que me aconsejaras que me llevara las zapatillas a mis vacaciones andaluzas, que insistieras en que descubra las ciudades corriendo. He corrido en Córdoba y en Granada y te hablaré de ello más adelante. Sólo te anticipo la magia de haber corrido junto a los dos ríos de Granada: el Dauro y el Genil, y haber notado su energía mientras corría, como compañía y empuje. Hablaremos.
Espero que hayas disfrutado de tus entrenamientos y competiciones en las Islas Canarias. Ya hora te envío esta carta y espero tu respuesta con ganas.
Un abrazo!!!
Correr en mi caso tiene que también que ver con la verdad. Me propusiste hacer algo un 2 de enero de este año. Algo que tuviera que ver con la escritura, con mirar el suelo, con las ciudades. Nos emplazamos a darle vueltas y a esperar que surgiera la manera de llevar ese algo a lo concreto. En aquellos días pensé que no podía escribir sobre correr si no lo había experimentado, si no sabía cómo se comporta el cuerpo en esa actividad. Si bien creo en la ficción, hay cosas que necesitan de la verdad para ser contadas. Ese fue otro aliciente más. Ahora corro y con una perspectiva corta, observo cambios. Al inicio, alternaba carreras cortas con paseos a paso ligero. Poco a poco iba preparando el camino. A parte de ser lo recomendado, tiene que ver mucho conmigo, con mi manera de encarar los obstáculos. Ahí, en las primeras y breves carreras, empecé a notar mi cuerpo. El mismo cuerpo, un cuerpo nuevo. Te iré hablando de eso, de lo que ya apuntaba anteriormente. En este breve tiempo ya he hecho mis avances. Dejé atrás el alternar el correr con el andar. Las distancias cada vez son mayores, cada vez aguanto más tiempo de carrera continua y sobre todo, he sabido ver que en lo poco que invertía inicialmente porque no daba más de mi, estaba lo que todavía no había llegado.
Como te decía, no corro con ninguna aplicación ni con el móvil – sí con música (de eso ya te hablaré) , pero el otro día llevé el móvil por no tener batería el mp3 que uso, y caí en la tentación de cronometrar mi primera marca. La apunté, como quien recuerda con una sonrisa una memoria feliz. A veces me veo desde fuera y me hago gracia. He tenido que acostumbrarme a verme en este contexto.
Ahora, que empiezo a estar habituado al movimiento, y que por tanto, la musculatura empieza a rendir mejor, una vez controlada la respiración, el alimento en forma de oxígeno, aparece la mente, la fuerza mental, como componente imprescindible en el esfuerzo. He comprobado que es casi tan importante el dominio de tu condición mental, como el control de tu condición física a la hora de recorrer una distancia prevista. Volvemos a lo mismo: lo uno va con lo otro. Me vi corriendo y queriendo parar, mi mente observando mis piernas y comprobando que no había motivo para parar todavía, que ellas podían ir más allá si la mente enviaba la orden de seguir al cuerpo, y si éste, se reagrupaba, se concentraba, optimizaba sus defensas, y contraatacaba. Así logré mis primeras recientes victorias. Mis diminutas y modestas victorias. Los pasos de gigante.
Por último te agradezco que me aconsejaras que me llevara las zapatillas a mis vacaciones andaluzas, que insistieras en que descubra las ciudades corriendo. He corrido en Córdoba y en Granada y te hablaré de ello más adelante. Sólo te anticipo la magia de haber corrido junto a los dos ríos de Granada: el Dauro y el Genil, y haber notado su energía mientras corría, como compañía y empuje. Hablaremos.
Espero que hayas disfrutado de tus entrenamientos y competiciones en las Islas Canarias. Ya hora te envío esta carta y espero tu respuesta con ganas.
Un abrazo!!!
Ventu
P.D. Te mando una foto que hice cuando llevé el móvil. Estaba haciendo estiramientos en un banco después de haber llovido y los corredores iban saltando el reflejo del edificio en el charco. Me pareció una buena imagen para empezar.
P.D. Te mando una foto que hice cuando llevé el móvil. Estaba haciendo estiramientos en un banco después de haber llovido y los corredores iban saltando el reflejo del edificio en el charco. Me pareció una buena imagen para empezar.
UN NUEVO PROYECTO EPISTOLAR! BAJO MIS PIES!
Hoy, 24 de abril, recién acabada la Diada de Sant Jordi, tengo el gusto de anunciarles que la amiga, corredora, profesora, psicóloga y escritora IOLANDA LÓPEZ junto a un servidor, empezamos un nuevo proyecto MIRANDO A MIS PIES que se ha concretado finalmente y por el momento, en formato epistolar. Cada semana uno de los dos escribirá una carta sobre nuestra experiencia corriendo, en mi caso como amateur, y en suyo como la gran corredora que es, y reflexionaremos sobre lo que pasa por nuestras cabezas y bajo nuestros pies. Personalmente espero aprender mucho de su experiencia y ese diálogo entre el amateurismo y su recorrido se me antoja muy complementario.
Las cartas se publicarán en este blog y en el suyo http://lopeziglesiasiolanda.blogspot.com.es, donde además encontraréis estupendas entradas sobre el tema.
Iolanda y yo nos conocemos desde la adolescencia, cuando formábamos parte del mismo grupo de amigos. Ambos dimos nuestros primeros pasos en el voluntariado juntos y luego cada cual cogió su camino. Tras un tiempo desconectados, nos volvemos a reencontrar, revisamos por donde hemos pasado, y compartimos parte de lo que vemos y pensamos a diario. Os dejamos la primera carta. La semana que viene podréis leer aquí su respuesta. Se agradecerán comentarios de aliento a nuestro paso.
miércoles, 26 de marzo de 2014
Tres tis… tres tristes trig... tres tistres tigr… A ver… es que no es tan complicado como suena: Pepe Maiques, Ventura Camacho y Jorge B. Ortiz. De Valencia, Barcelona y Granada. Nacidos, aunque hay quien dice que es de mal gusto mencionar la edad, en 1955, 1975 y 1981. ¿Ahora? Córdoba, el año 2014.
Jorge se quita el casco en mitad de la calle Elvira en Granada para saludar con cierta timidez al igualmente tímido y titubeante Ventura. Se han conocido en la entrega de premios de la Universidad de Granada en la modalidad de Poesía. Corre el año 2006. Sus libros “Esto no es ballet” y “De Nagasaki a Novosibirsk” saldrán en unos pocos meses. A partir de ese momento, ambos inician una amistad que les llevará a compartir sus primeros recitales y a poner en marcha la asociación cultural Ciudad Poética con la intención de crear un ciclo de recitales que fuera reflejo de lo que estaba pasando en esa ciudad, poéticamente hablando, por aquellos días. Ambos vinculados sentimentalmente a la recién nacida Alea Blanca, pequeña editorial que sacara adelante en lo sucesivo otros proyectos de ambos poetas. Ortiz publicaría “Se Vende” (2007) y “La Ley de la Gravedad” (2013), y Camacho “Alas de Insecto”(2006) y “Los tres ríos de kiso” (2010).
A través de las redes, Ventura Camacho entra en contacto con el poeta Pepe Maiques frecuentando diariamente el blog que el colectivo Sopa de Poetes (Mariano Martínez, Òscar Solsona y el propio Pepe Maiques) regentan desde la localidad barcelonesa de El Prat de Llobregat. Una charla radiofónica une Granada y El Prat definitivamente compartiendo las ondas en uno de los programas radiofónicos del colectivo.
El fin de ciclo de Ciudad Poética con la vuelta a Barcelona de Camacho pone finalmente en contacto físico a Jorge, Ventura y Pepe en un recital en el Carmen de la Victoria en Granada. Los del Prat servirán de puente para el regreso del catalán a su tierra. Jorge B. Ortiz llorará como un hombre lo que no pudo escribir como poeta. La dolorosa separación de Ortiz y Camacho es inevitable ya.
Maiques, junto a Martínez y Solsona publican por entonces su aclamado poemario “Piedra, Papel y Tijera” (Rúbrica, 2008) y recientemente “Tripolar” (Ediciones del 4 de Agosto, 2013). La relación entre los del Prat y el hijo pródigo se afianza y en ocasiones le dejan recitar uno de sus famosos “picadillos”. Maiques ha publicado individualmente su libro “Prótesis” (Rúbrica, 2011) y mantiene su admirable labor difusora de la poesía. Ahora el destino vuelve a reunir a estos tres poetas en la ciudad de Córdoba. Ya no son tan jóvenes. Es el año 2014. Ahora son tres tristes tigres.
viernes, 21 de marzo de 2014
martes, 18 de marzo de 2014
Me as a runner
Tercer día de salir a correr. Entiendo cada vez mejor a Murakami cuando decía en su libro De qué hablo cuando hablo de correr, aquello de
“Y es que escribir honestamente sobre el hecho de correr es también (en cierta medida) escribir honestamente sobre mí.
Entiendo, todavía mejor, el libro de Yolanda López "femenino sin límites" que sin duda es responsable de que esté yo ahora aquí escribiendo ésto, recién llegado de correr un rato mientras reposo y me hidrato.
Y sí, hay libros que le llegan a uno en el momento adecuado, cuando está receptivo a entender y a ejercer el cambio. En un momento sísmico me llegó un correo electrónico de Yolanda López donde me propone hacer algo con nuestras aficiones: la escritura, la fotografía y el running. Esta última sólo era suya y fíjense que utilizo el pasado simple, porque algo mía es ya cuando decido utilizarlo como método complementario de meditación y sanación. La idea no estaba concebida, ni lo está, pero a la vez existe. Eso le da credibilidad y potencia su concreción en el futuro. Veremos qué sucede con todo ésto. Tengo claro que en parte, de ese correo son estos pasos, que de su libro, esta respiración cansada de hoy.
Corro el primer día según consejos de amigos y un libro que vino a mi en una biblioteca sin yo buscarlo. Un libro que me estaba esperando. Alternar el caminar con carreras breves. Uno nota cómo la musculatura se va adaptando al movimiento. Las rodillas reparten el peso de este cuerpo torpe, todavía agarrotado, que casi en un chirrío inapreciable cruje como la madera de un barco, como las pisadas sobre el parquet de una estancia en invierno.
Corro el primer día según consejos de amigos y un libro que vino a mi en una biblioteca sin yo buscarlo. Un libro que me estaba esperando. Alternar el caminar con carreras breves. Uno nota cómo la musculatura se va adaptando al movimiento. Las rodillas reparten el peso de este cuerpo torpe, todavía agarrotado, que casi en un chirrío inapreciable cruje como la madera de un barco, como las pisadas sobre el parquet de una estancia en invierno.
Mi mente tiene alojadas en mi espalda desde hace un tiempo todas sus preocupaciones, como tuvo durante semanas en mis brazos el dolor de la indecisión, de la presión social, del querer y no poder, del abrazo y del rechazo.
Susana Tarazaga y un servidor trabajamos en un proyecto que se llama "La Casa habitada" donde yo me encargo de la palabra y ella del movimiento y donde, entre otras muchas cosas, estoy aprendiendo a no ver mi cuerpo como un simple vehículo, sino como lo que es, un todo: mente-cuerpo. Donde está uno está el otro en un diálogo constante. La medicina occidental se ha empeñado en separarlas y yo he crecido con esa educación médica que me había llevado a no saber comunicarme con el cuerpo, es decir, a desatenderme . Ahora estoy en el maravilloso proceso de desaprender cosas para llenarme con nuevas percepciones y perspectivas. Todo por delante. Todo por detrás. Correr quizás me enseñe que el presente es el resultado de reelaborar en movimiento futuro el espacio por donde hemos pasado.
Susana Tarazaga y un servidor trabajamos en un proyecto que se llama "La Casa habitada" donde yo me encargo de la palabra y ella del movimiento y donde, entre otras muchas cosas, estoy aprendiendo a no ver mi cuerpo como un simple vehículo, sino como lo que es, un todo: mente-cuerpo. Donde está uno está el otro en un diálogo constante. La medicina occidental se ha empeñado en separarlas y yo he crecido con esa educación médica que me había llevado a no saber comunicarme con el cuerpo, es decir, a desatenderme . Ahora estoy en el maravilloso proceso de desaprender cosas para llenarme con nuevas percepciones y perspectivas. Todo por delante. Todo por detrás. Correr quizás me enseñe que el presente es el resultado de reelaborar en movimiento futuro el espacio por donde hemos pasado.
Correr me enseña a sentir el cuerpo. A tomar clara conciencia de él. Pienso, mientras tomo la curva y encaro la recta, que este será un ejercicio muy interesante para conocerme. En seguida la metáfora vital. Correr es como enfrentarse a los problemas. Lleva un proceso de adaptación, de aprendizaje, de sabiduría, de conocer nuestros recursos, nuestras fortalezas y debilidades, mantener unas y mejorar las otras, perseverar, constancia y fuerza mental, estrategias para mantener el ritmo. Pero hay que andar primero, aumentar el paso, correr durante unos minutos, cansarse, saber que ese cansancio de hoy tan ridículo en tan poca distancia es simplemente el inicio, confiar en uno mismo, andar o correr en las primeras veces es irrelevante, lo que cuenta es el movimiento. Se recoloca el peso de mi cuerpo sobre las rodillas. El recto anterior del muslo se tensa y se hace presente. El sol a mi derecha proyecta sobre el suelo las sombras de las personas, animales, bicicletas que voy dejando lentamente a mi paso. Otras historias personales corren junto a mi. Coincidimos cada cierto tiempo dando vueltas al circuito. Observo sus cadencias, intento interpretar quién lleva más o menos tiempo saliendo a correr en función de cómo su cuerpo se adapta al movimiento. Se acercan por detrás diferentes respiraciones, diferentes ritmos, zancadas, pies que arrastran, otros que apenas tocan el suelo, piernas en alto, piernas que apenas levantan, con un recorrido menor. Yo lo paso mal cuando me olvido de la respiración. El aire seca mi garganta. Vuelvo a mi respiración. Tengo que aprender a respirar bien hasta convertir éso en una rutina inapreciable.
He cogido aire con fuerza mientras hago los estiramientos en el banco antes de volver caminando a casa. Un punto de emoción me acompaña ahora en los ojos. Siento satisfacción. Uno libra sus propias batallas personales. Estar aquí hoy, por tercer día, forma parte de un pequeño reto de mejora personal. El reto de recuperar mi mente y mi cuerpo que llevan un tiempo cada uno por su parte. Ahora entiendo que correr los une con más fuerza y que de esta unión, saldrá algo bueno. Veamos.
sábado, 31 de agosto de 2013
Commove
Susana Tarazaga lleva trabajando en su proyecto commove hace mucho tiempo. Ahora sale a la luz.Me hace feliz su ilusión. Me pidió que le hiciera unas fotos para la web. Se nos fue de las manos. El madrugón para ver amanecer nos afectó demasiado, hasta el punto de hacer casi 800 fotos. Estamos fatal. Lo pasamos muy bien eso sí.. Para mí fue un aprendizaje y para los dos fue unir más nuestra complicidad. Quisimos hacer algo con su movimiento y mi poesía y finalmente lo incorporamos al proyecto en el que Bárbara Cuerva (Roger, Toni, Iordi, Xavi & servidor) preparábamos la unión de música y poesía con Pepe, Òscar y Mariano del colectiu Sopa de Poetes y amigas invitadas como Nora a la flauta. Ahora recuerdo ese momento enorme de este curso. Sigo revisando. Con su Susana minuto 24.
fin de curso
Fin de curso. Balances. Mis vacaciones del año pasado interrumpidas por un doloroso suceso. Engarzar un duelo con otro. Manejarme ahí. Aprender del dolor su ingobernabilidad, su falta de dirección, su poca planificación. Acompañar, ser acompañado. Saber que te echan de menos, que te lo digan. Ven a verme, llámame. No querer que desaparezcas. Seguir visible. Lecciones que los niños nos dan. Sanar. Recolocar. {Silenci} Cuerpo. Necesitar el cambio y cambiar. Volver a empezar. Nuevos retos. Inexperiencia. Aprendizaje. Retos, coche. Superar miedos. Gente bonita. Conciertos y grabación. Poesía y movimiento. Intermitencia de la luz. Viene y se va. La vida es dulce. Appaloosa. El equilibrio es imposible. Siempre agradecido. Es difícil de comprender en ocasiones por qué nos suceden las cosas. No tener explicaciones. ¿dónde no he podido? ¿dónde no he sabido? La maravilla también es incomprensible. Gente bonita en la constancia. Ir recuperando vida perdida, ilusión, fuerza. (re)construir horizontes. Andar. Seguir andando. Hacia el verso. Desde el verso sonreír. Despeinarse de nuevo.
viernes, 30 de agosto de 2013
Causalidad, coincidencia, casualidad.
En la terraza del bar hablábamos de Machado y de Colliure Pepe, Mariano, Òscar y Encarna. Somos así de intelectuales, qué vamos a hacerle. Hace tiempo que les dije que me gustaría ir a rendirle homenaje al poeta. Ahora que tengo coche pensaba ir con mi hermano. Quizás montar una excursión al estilo de los homenajes variopintos que se le han hecho. Por ejemplo éste en 1970. Me vienen a la memoria dos libros que traje de Granada entre algunos otros que compré con el dinero de una beca para libros (¿se acuerdan cuándo había becas?): el libro que Araceli Iravedra, profesora de la Universidad de Granada, me regalara: El poeta rescatado, Antonio Machado y la poesia del "Grupo de Escorial" y el libro Antonio Machado en la poesía española, de José Olivio Jiménez y Carlos Javier Morales. Dos libracos, que diría Pepe. Comenté la anécdota de la que se hace eco Ian Gibson en la biografía del sevillano cuando entran en Colliure y la madre del poeta pregunta si queda mucho para llegar a Sevilla, a pocas horas de fallecer agotada y triste. Poco después lo haría don Antonio. Al día siguiente desayuné con la biografía repasando la anécdota y su salida de España. Me acordé de un papel que tenía con anotaciones para algún día seguir en peregrinación los últimos pasos del destierro. Fuí a buscarlo pensando no encontrarlo. Lo encontré a la primera. En rotulador azul había apuntado: Machado. 23enero. Barcelona. Raset - Cervià de Ter. 26 enero. Mas faixat. Torroella de Montgrí. L'Escala. Figueres. Portbou. Cadaqués. Port de la Selva. Llançà. Colliure. Los dos días corresponden con las etapas que, partiendo desde Barcelona en un coche que consiguiera el periodista Corpus Bargas, realizó el poeta antes de cruzar la frontera. En Madrid, días después, comentaba la anécdota con mi hermano de nuevo y retomaba la idea de ir a Colliure. Hablamos de Gibson y me acordé de Sabela, que en el día de su cumpleaños había estado tomando unos vinos con el irlandés. Estábamos descansando y yo leía el libro de Cara de Plata del gallego Valle-Inclán. Sabela es de Galicia. Decidimos ir al Museo del Prado y da la casualidad de que Sabela trabaja allí. Nos vemos con cariños e ilusión. Le regalo el libro. Una de las personajes se llama Sabela. Comentamos de Gibson, esta vez en persona. Hemos estado en la Residencia de estudiantes donde convivieran Lorca, Dalí, Buñuel y tantos otros. Comento con mi hermano el escaso reconocimiento que tiene la figura de Francisco Ayala en los libros de texto. Un hombre que viviera un siglo y conociera varias generaciones. Recordaba el Congreso al que asistí en Granada sobre su obra, su presencia, ya poco tiempo antes de morir, tan lúcida, tan emocionante. Hablamos por la tarde nos dirigimos a cuesta Moyano. Mirando libros vienen a mi 2: uno de Francisco Ayala sobre la imagen de España en el extranjero y otro de Corpus Bargas. Miro el índice y precisamente está el capítulo donde el periodista reacciona a los comentarios de Melchor Fernández Almagro - a quien en su cartas Lorca llamaba Melchorito - diciendo que Machado había salido del país traicionado por los suyos. Corpus Bargas, enojado, relata cómo fue el episodio con detenimiento. El relato es casi idéntico al de Gibson. Bromeamos sobre el descaro de Ian Gibson en casi calcar algunas frases. Obviamente compro el libro. En el Prado una exposición de Japón me hace conectar con mi proyecto de conocer el país. Luego vienen otras casualidades mayores sobre Granada, mi casero, Japón e Irlanda que no vienen al caso. Eso sería unos días después.
domingo, 4 de noviembre de 2012
jueves, 1 de noviembre de 2012
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