sábado, 16 de febrero de 2008

El Silencio de los Rosales

Me faltaban tres páginas para acabar de leer este libro que me regalaron Tere y Jorge en vísperas de Reyes. A mi me pasa que cuando un libro me gusta busco un momento muy relajado para acabar de leerlo, es otra manera de despedirse, quizás como se bebe el último sorbo de un buen café, paladeando. El Padre de Tere - me comenta ella - tuvo la misma impresión que yo sobre el libro: narrativamente no es nada del otro mundo, pero el contenido y el hecho de que los lugares sean conocidos, te atrapan y facilitan mucho que vivas la trama. La trama son los últimos días de Federico García Lorca en Granada. Cómo llega de Madrid al proclamarse el alzamiento pensando que en su ciudad estará a salvo y como ante la gravedad de los acontecimientos (la detención de su cuñado, acalde socialista de Granada y de otros muchos amigos) pide ayuda a la familia Rosales, falangistas, para que le escondan en su casa hasta que se calmen las cosas. Yo siempre he pensado que García Lorca volvió a Granada como volviendo al útero materno, un lugar protegido del exterior. Se equivocó, y hay equivocaciones que cuestan la vida. El odio no entiende de poesía. Este libro saca a la luz todo lo que la familia Rosales no había contado sobre lo que sucedió en aquellos últimos días de Federico. La Derecha les acusó de proteger a un marxista y la izquierda de traicionar al poeta. Gerardo Rosales recrea en este libro el porqué del Silencio de los Rosales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro que te haya gustado y que te haya hecho ver la historia desde el punto de vista de otros de sus protagonistas.
Granada, como tú bien sabes, es una ciudad que puede llegar a ser asfixiante a veces y para según que cosas no deja de ser un pueblo, yo creo que esa es otra de las posibles causas de todo (rencillas entre familias, odio, rencor, envidia...).
Veo que has renovado el blog, tiene ahora un tinte impresionista...