la voz de Lucía...

He hecho una lista en una hoja con varias entradas pendientes. Son cosas que quiero contar y que no quiero que se me olviden. Pero antes, Lucía. Ya les he hablado de ella varias veces con ocasión de intercambios de afectos y abrazos con forma de libros, bufandas y manos del Uruguay. Me escribe un correo hoy. No sólo está escrito a una hora en la que yo duermo o lo intento, sino que está escrito en otra dimensión. Aquí vamos hacia el calor y ella se dirije al frío. Me acuerdo del poema Canción de invierno de verano de Ángel González:

Cuando es invierno en el mar del Norte

es verano en Valparaíso

(...)

Porque cuando es de día en el mar del Norte

- brumas y sombras absorbiendo restos

de sucia luz -

es de noche en Valparíso

- rutilantes estrellas lanzando agudos dardos

a las olas dormidas.

Y claro, Valparaíso está en Chile, y no en Uruguay, pero la idea es la misma.

¿Cómo te trata el verano? me pregunta Lucía, y añade por aquí el frío nos des-trata y ríe, como sólo se ríe en un correo electrónico. Creánme yo oigo su risa, o me la imagino. Y entonces el calor: un regalo prometido hace tiempo. Leo un poema tuyo, pero no creo que sea uno de los por vos esperado y su voseo me inunda de agradecimiento. En Uruguay andan con frío y sin embargo, exportan el calor que les sobra. Gente generosa. Muchas gracias, tantas gracias! Lucía.

Y de fondo suena una música que no sé si es de Jorge Drexler... Imaginaré que sí, que es Drexler, tan uruguayo como catalán últimamente y me acuerdo de los versos:

No dejaremos huellas
sólo polvo de estrellas

porque estas son las cosas que dejan huella. Yo correspondo con una canción de Drexler grabada en directo en su disco Cara B, durante las actuaciones por teatros catalanes. No es la mejor del disco pero habla de Barcelona y del equipaje, y eso me pone tontorrón. Allá vamos somnolientos tras la sombra de Gaudí::