Yo he experimentado otro ciclo del agua: Salí de Granada bebiendo Lanjarón y llegué a Barcelona y me esperaba en la nevera una amable y fresca botella de Fontvella. Todo muy simbólico, claro.
sábado, 9 de agosto de 2008
Ciclo del agua
Yo he experimentado otro ciclo del agua: Salí de Granada bebiendo Lanjarón y llegué a Barcelona y me esperaba en la nevera una amable y fresca botella de Fontvella. Todo muy simbólico, claro.
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3 comentarios:
Hola Ventura!
Aquí por lo general abrís la canilla y al vaso....será por eso que siempre parece que estamos en el mismo lugar? jejeje....
Que tal te sientan esos nuevos aires?
un abrazote!
Lucía
me alegro que no le diera por Bezoya...
Amiga Lucía, la canilla se abre por aquí también, suponiendo que la canilla sea lo que yo llamo GRIFO... jejeje... Lo del agua se entiende peor desde allá, supongo. Lanjarón es un pueblo en la sierra de la Alpujarra cerca de Granada, y Fontvella, se nutre d eaguas catalanas...ese es el simbolismo...
en cuanto a Bezoya, obviando rimas fáciles en la mente de todos, decir que precisamente ayer bebí agua Bezoya que trajo un amigo y créanme que me gusta poco. Sin el snobismo que hay en algunos restaurantes con el agua (botellas de 600 euros y más) creo que hay aguas y aguas, aunque cuando hay sed, todas las aguas son frescas!
abrazos
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