miércoles, 26 de noviembre de 2008

Mensajero


El mensajero respira aliviado cuando al otro lado del interfono respondo afirmativamente a mi identidad. Luego, ya en el quicio de la puerta, explica su alivio diciendo que no encontraba, por causa de un error en el albarán, la escalera. Suena Arto Lindsay de fondo, con su particular visión de la música brasileña. Yo le hubiera explicado al mensajero que ahora mismo intentaba acabar un poema sobre mis reversos, sobre cómo la poesía me da la vuelta, pero finalmente no lo hago. Abro el paquete. Son veinte ejemplares de Alas de Insecto que le pedí a Tomás de Alea Blanca en Granada. Unos son para Marta, otros para Alba, y a Mariano le guardo dos. Le hago una foto para el blog. No sé por qué hago estas cosas. Supongo que porque de vez en cuando alguien explicita su interés por el cotidiano con frases como "te voy siguiendo", que me hacen sentir acompañado. En el fondo del paquete una sorpresa: un libro de regalo: Bajo el Burlón mirar de las estrellas, de Joaquín López Tapia. Una novedad editorial de Alea Blanca. Gracias Tomás. Otra de esas casualidades que me entusiasman. Hoy empecé el día con el disco Flor de Piel de Martirio, donde hace versiones de canciones sudamericanas bajo la piel flamenca de la guitarra de Raúl, su hijo. Precisamente, Volver está en el disco.


1 comentario:

soperos dijo...

menudo título esa estrofa de volver, hay quien dice que el tango es la música del siglo XX, y quizá la poesia...

pepe