falleció el padre de un amigo...

Confundieron muerte con adiós,
la pena con el llanto,
el duelo con el recuerdo.
Separaron el tiempo del final,
la ausencia del abrazo
la memoria de todas sus lagunas.
Se sintieron cerca de la eternidad,
más cerca que de costumbre,
más cerca, incluso,
que estuvieran jamás de la fe ciega,
del alimento vital,
o del sentido común,
lúcida antesala de la muerte.
Separaron el tiempo del final
sin motivo y sin conciencia,
y sin darse cuenta que cualquier tiempo,
que cada instante,
que cada preciso momento
tiene un final,
muerde con un adiós