Yo seré como la mimbre...

Ay yo seré como la mimbre/ que yo seré como la mimbre, /aunque cien años yo dure, / y yo seré como la mimbre,/ y que la bambolea el aire,/ pero se mantiene firme, /pero se mantiene firme. Todos mis partes se rebelan. Muestran egoísmo o tendencias no siempre entendidas por ellas mismas. Pero no importa, son sus cosas. Ayer llegué tarde a casa, de madrugada. En la terraza la noche clareaba, sin embargo, al irme a dormir no era luz de luna, eran los primeros rayos del sol ya. Una confusión estúpida, un atribuir la luz a quien no la daba. Dormir poco. Estar donde no estoy. Pedalear para quemar los excesos. Sudar. Ducharse. Salir a la terraza y volver a ver las palomas. Dos de ellas son pareja estable, se besan, pasan tiempo juntas. Les he cogido cariño. Camarón y Tomatito resuenan terraza afuera. Tengo cierta tendencia exhibicionista en lo que a la música que escucho se refiere...no he perdido esa costumbrea dolescete de escuchar muy alta la música. Es algo parecido a la evangelización. Predico la palabra y la música. Leo el correo. Contesta. Àlex Chico. Seguimos en eso de que pasen cosas alrededor de la poesía. Anoche en la cena del 25º Aniversario del centro donde nació Alas de Insecto mis compañeros me sorprendieron leyendo dos poemas del libro. Creo que ha sido la vez donde mi poesía se ha leído en el contexto más próximo a su verdad. Susana, de mi trabajo actual, me pide 3 libros para regalar a tres amigas. Quizás conozcas a una de ella, me dice, es Marta... y claro, Marta es al que ha hecho, junto a Noe, los dibujos del libro. El mundo es pequeño. Creo que ya conoce el libro, bromeo... José Monge Cruz canta: Bajo la sombra de un árbol y al compás de mi guitarra canto alegre éste huapango porque la vida se acaba y quiero morir cantando como muere la cigarra.